El 7 de enero el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que trabaja en una reforma para eliminar un conjunto de organismos descentralizados y autónomos por considerarlos ineficientes y costosos. Entre ellos se encuentra el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), sobre el cual afirmó que se creó como una “fachada para transparentar el desguace del Estado durante la época neoliberal”. 

El proyecto, que llegaría al Congreso en los primeros días de febrero, propone trasladar sus funciones a la Secretaría de Función Pública. Esto supone que el gobierno pasaría a ser sujeto obligado bajo sus propias reglas. Luego de estas declaraciones, el INAI emitió un comunicado donde denuncia que la reforma propuesta es una “regresión en la historia democrática de México”. En el mismo sentido, la organización civil Mexicanos contra la Corrupción aseguró que la desaparición del INAI impedirá la correcta vigilancia de las acciones del gobierno. 

El INAI es un organismo autónomo y con jerarquía constitucional que busca garantizar los derechos humanos de protección de los datos personales y acceso a la información. Para eliminar o modificar sus funciones es necesario que el Congreso apruebe una enmienda parcial a la Constitución con una mayoría especial dos tercios de los miembros presentes en cada cámara y que luego sea ratificado por  17 congresos subnacionales. La oposición en el Senado compuesta por cuatro bloques ya anunció que no apoyarán su aprobación.